Edgar A. Poe: Carta al Sr. B--- (fragmento) Imagen: Autor desconocido.

Edgar A. Poe: Carta al Sr. B--- (fragmento) Imagen: Autor desconocido.
(Music, when combined with a pleasurable idea, is poetry; music without the idea is simply music; the idea without the music is prose from its very definiteness.)

martes, 27 de noviembre de 2012

Haydn en Londres


-Soy Solomon, de Londres y vengo a buscarte; mañana concluiremos un acuerdo-. Esta frase fue el preámbulo de un cambio crucial en la vida de Joseph Haydn, y con él en la evolución del sinfonismo. Natural de Bonn, Johann Peter Solomon (1745-1815) era violinista, pero su relevancia en la historia de la música es otra. Instalado en la capital inglesa, Solomon destacó desde 1786 como promotor musical de una serie de conciertos para el Hanover Square Rooms, donde decidió invitar a los dos más prestigiosos compositores del momento. Viajó a Viena y convenció a Mozart y a Haydn para que aceptaran su oferta, aunque el salzburgués tuvo que aplazar su viaje, un aplazamiento que la muerte convirtió en cancelación.

Pero la marcha de Haydn fue casi inmediata. El fallecimiento del príncipe Nicolás I de Esterhazy, que lo había librado de sus obligaciones en Eisenstadt, le permitió partir para Londres en diciembre de 1790. Su presentación pública tuvo lugar el 11 de marzo de 1791, día que estrenó su Sinfonía nº 96 con un éxito clamoroso. En su primera gira londinense, que duraría más de un año, Haydn compuso y presentó seis sinfonías (por este orden, nos. 96, 95, 93, 94, 98 y 97) más la Concertante Hob.I/105, intercalada entre las dos últimas. Todos los estrenos fueron ovacionados. En enero de 1794 volvió a Londres para una segunda gira que duraría hasta el año siguiente, presentando las Sinfonías 99 a 104.

Las sinfonías londinenses elevaron a Haydn al status de mito vivo. Toda la Europa musical ardía en deseos de conocer sus nuevas aportaciones al género, que tienen que ver sobre todo con la ampliación de la sonoridad orquestal: la estructura en cuatro movimientos y la forma sonata parecían consolidadas, así que las principales novedades afectan a la tímbrica, con el uso ya corriente junto a la cuerda de maderas, trompas y trompetas a dos (las del segundo grupo incluyen clarinetes) más los timbales, con implicaciones armónicas también relevantes.

Intuyendo su futuro comercial, Solomon compró los derechos de las sinfonías y las editó en una versión para teclado, con violín y cello ad libitum, pero no contento del todo, en 1798 publicó un segundo arreglo para quinteto (flauta, dos violines, viola, cello) y fortepiano ad libitum.

Pablo J. Vayón, "Haydn en Londres", Diario de Sevilla, diariodesevilla.es


jueves, 22 de noviembre de 2012

¿Existe pasión que la música no provoque?

Oda a Santa Cecilia HWV 76 (1739)
G.F. Handel/ John Dryden


De la armonía, desde la celestial armonía,
este cuadro universal comenzó.


Cuando la naturaleza se extendía
bajo una pila de átomos discordantes
y no podía levantar su cabeza;
la armoniosa voz fue oída desde lo alto,
«Levantaos, vosotros, los muertos»
Y el frío y el calor, lo húmedo y lo seco,
brotaron para tomar sus lugares,
obedeciendo el poder de la música.

De la armonía, desde la celestial armonía,
este cuadro universal comenzó,
fluyó por todo el ámbito de notas,
y se cerró el diapasón por completo
en el ser humano.

¿Existe pasión que la música no provoque?
Cuando Jubal tocó dentro de su caparazón,
sus hermanos que escuchaban le rodearon,
y asombrados cayeron de bruces
para alabar aquel sonido celestial.
Creyeron que era un dios quien habitaba ahí,
dentro de la cavidad de aquel caparazón,
que hablaba tan dulcemente y tan bien.
¿Existe pasión que la música no calme?

..la trompeta se oirá en lo alto,
los muertos vivirán, los vivos morirán,
y la Música entonará el firmamento.


Muchas felicidades músicos, We Are Music EveryWhere! 

miércoles, 21 de noviembre de 2012

El Ogro Encantador

Un cantante inglés (de nombre, Gordon) se quejó de cómo acompañaba Handel.
Handel persistió en acompañarlo a su manera (obvio) y amenazó con saltar en su clavecín y romperlo en pedazos. Handel se cree que respondió:
-¡Oh! Avíseme cuando vaya a hacerlo, y lo voy a anunciar. Porque estoy convencido de que vendrá más gente a verle saltar que a escucharle cantar- 


El ogro encantador, Joseph Goupy (a continuación la leyenda debajo del grabado:)

The Figure's odd—yet who wou'd think,
Within this Tun of Meat and Drink,
There dwells a soul of soft Desires,
And all that HARMONY inspires?

Can contrast such as this be found?
Upon the Globe's extensive Round,
There can—yon Hogshead is his seat,
His sole Devotion is to Eat.
***
La extraña Figura - quién iba a pensar,
Que dentro de esta gran bola de comida y bebida,
Allí habita el alma de los deseos sublimes,
Y todo lo que HARMONíA inspira?

Puede existir tal contraste?
En el Mundo en su Redondez,
Y entonces -yon Hogshead es su asiento,
Su única devoción es Comer.
***

Handel: Messiah (completo) The Brandenburg Consort, Roy Goodman (comienza ca. 1`45``)

Enjoy it! Hallelujah! 

lunes, 12 de noviembre de 2012

La trascendencia de la Música para el funeral de la reina María II de Purcell

Inglaterra y el mundo occidental bien está familiarizado con la hermosa música para el funeral de la reina María II de Henry Purcell.

Desde el funeral mismo de la reina María II  (1694) se volvió la música oficial para los funerales reales (y seculares) de toda Inglaterra.

Para Inglaterra y para el mundo occidental esta obra se volvió un icono en la cultura fílmica, pero al parecer no está muy consciente de ello; junto con la Novena de Beethoven, la Música para el funeral... de Purcell forman parte del hito cultural de ultraviolencia, la Naranja Mecánica.
A partir de los 70 la música, la trama y la experiencia estética y existencial de esta obra se volvió parte esencial, no sólo de los cineastas y cinéfilos, si no de los artistas en general y también de la cultura popular.

Es altamente recomendable volver a disfrutar la obra de Purcell ahora en la obra maestra de Stanley Kubrick, aunque no debemos perder de vista que la adaptación electrónica de Wendy Carlos fue concebida bajo una visión un tanto, digamos, cyberpunk (en términos actuales).

Disfrútenla, la Naranja Mecánica es una de las experiencias estéticas que mezcla todos los sentidos y pone al desnudo el instinto perverso del género humano.

Naranja Mecánica (A Clockwork Orange) /Director: Stanley Kubrick (1928 - 1999) /basada en la novela de Anthony Burguess del mismo nombre /Año: 1971 Música: Wendy Carlos (1939-) obras de Purcell, Beethoven, Rossini, et al.